Reseña
La poesía como un hogar, un espacio de familia, de rostros conocidos. Cerca se escuchan pasos y golpes a una puerta que al abrirla nos permite ver, entre páginas y letras, un reflejo de loque somos. En ese reflejo hay poemas que se convierten en un refugio, un lugar seguro para resguardarse del dolor, de la tristeza y la soledad; donde el poema es un abrazo y permite respirar, es tacto y vida. Este libro es esa puerta, en él llegan las palabras adecuadas en medio de las sombras y la desazón. El poema es compañía, oración a un Dios que no castiga, que muestra un camino donde otros seres, en otra época, sienten, transpiran y contemplan la vida que pasa.
En El azul de las cosas la poesía nos identifica, nos hermana, por eso los nombres y personajes como un conjunto de soledades que habitan el hogar forjado a través de las palabras, que ahora llegan al lector para hacer del poema un refugio, un lugar para siempre regresar. (Saúl Gómez Mantilla)